jueves, 30 de junio de 2022

PARQUE MARÍA LUISA

 



Fotos: F Robles

    El parque de María Luisa, se creó a partir de una donación que hizo la infanta María Luisa Fernanda de Borbón, que era hermana de la reina Isabel II, al Ayuntamiento de Sevilla, en 1893 una vez que había fallecido su esposo el duque de Montpensier, eran terrenos ajardinados que pertenecían al Palacio de San Telmo. Por esa razón el Ayuntamiento le designó con su nombre. Se inauguró el 18 de abril de 1914. En 1983 fue declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de Jardín Histórico

Las plazas de España y de América, construidas para la Exposición Iberoamericana de 1929, están integradas en el parque y constituyen uno de los principales atractivos de los visitantes de la ciudad.

El parque estuvo inserto en el recinto de la Exposición Iberoamericana celebrada en 1929,

Jean-Claude Nicolas Forestier, paisajista francés que ejercía como conservador del Bosque de Boulogne de París, fue quién diseñó las obras de jardinería. El arquitecto francés transformó el espacio en un remozado parque público con más espacios monumentales y de esparcimiento. Forestier trabajó con las grandes masas arboladas creando varios ejes sobre los que articularía las rotondas. En un eje principal situaría la fuente de los Leones, la de las Ranas y el estanque de los Lotos. Luego crearía dos ejes, cruzados por varias vías y caminos transversales, a los que se añadieron varias glorietas. El aire sevillano se obtuvo mediante el uso de los azulejos y el agua, que se convirtió en un elemento muy presente para aumentar la frescura del entorno.

Para la Exposición Iberoamericana se construyeron en la plaza de América el pabellón de Bellas Artes (actual Museo Arqueológico), el pabellón Mudéjar (actual Museo de Artes y Costumbres) y el pabellón Real, todos ellos diseñados por Anibal González En 1914 se inició la construcción de la plaza de España, en otra zona más al norte, junto al mismo parque.

Una vez terminada la Exposición, y en plena crisis del 29, el parque quedó abandonado, hasta que en 1956 se inició una labor de restauración de monumentos, saneamiento y sustitución de plantas, y creación de nuevos espacios.

El parque tiene una extensión de 34 hectáreas, y es un verdadero Jardín Botánico, con una extensa variedad de árboles y plantas de todas partes del planeta, especialmente las procedentes de América. Entre la arboleda destacan el Ciprés de los pantanos (Taxodium distichum), en la glorieta de Becquer y que fue plantado hacia 1850 el Araucaria bidwillii, situada en el entorno de la glorieta de los Hermanos Machado. Se trata del único ejemplar existente en la ciudad de Sevilla.

También contiene gran variedad de especies de aves entre las que se pueden destacar los pavos reales y pájaros cantores, cisnes, patos y palomas, presentes éstas. principalmente en la Plaza de América

Sus fuentes dan ese toque arabesco que añaden el sonido y la paz al relax que puede disfrutarse entre sus muchos bancos de azulejos y detallistas que describen obras de la literatura y otras artes.

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