sábado, 9 de julio de 2022

ANÍBAL GONZÁLEZ

 


Foto. F. Robles

Aníbal González Álvarez-Ossorio, arquitecto y urbanista. (Sevilla 1876-1929). Está considerado como uno de los principales artífices de la Arquitectura Regionalista. Fue hasta su cese, el arquitecto jefe de las obras de preparación de la Exposición Iberoamericana de 1929.

Contrajo matrimonio con Ana Gómez Millán, perteneciente a una larga y prestigiosa familia de arquitectos, los famosos tres Hermanos Gómez Millán (1876-1960), y siendo su suegro un afamado Maestro de Obra en Sevilla.

Estudió la carrera de arquitecto en la Escuela Superior de Arquitectura de Madrid, siendo el número uno de su promoción. De su época también destacaron los arquitectos sevillanos Juan Talavera Heredia y José Espiau y Muñoz que fueron compañeros de estudio en Madrid.

Aníbal González, se inspiró en diferentes estilos, fue un arquitecto cosmopolita. Supo combinar sus conocimientos y siempre aportó un toque personal y sevillano a todos sus edificios. Era consciente de que sus construcciones debían ser esencialmente regionalistas, utilizó materiales tradicionales adaptados a su época, como el ladrillo, y todo el repertorio puramente sevillano, yeserías, hierro forjado y azulejos.

Aníbal González, evolucionó y sentó sus bases sobre el Regionalismo para aprovechar los materiales más próximos de los que disponía. El arquitecto adoptó unas líneas próximas al neomudéjar, que se muestra en el actual Museo de Artes y Costumbres Populares, en casi todas estas edificaciones destaca el uso abundante constructivo del ladrillo, que perdurará a lo largo de toda su vida. También realizó obras de estilo neogótico como el Museo Arqueológico Provincial.

En 1910 ganó un concurso para nombrar al arquitecto jefe de las obras de la Exposición Iberoamericana de Sevilla, Aníbal González se presentó al mismo y lo ganó. Para las obras elaboró un anteproyecto, que no fue llevado a cabo en su totalidad tal como aparecía diseñado en los planos del arquitecto.

Logró construir la plaza de América en el entorno del parque María Luisa y ejecutar los tres edificios emblemáticos que la jalonan; el denominado Pabellón Mudéjar actualmente Museo de Artes y Costumbres Populares, el Pabellón Real y el pabellón de la Bellas Artes, actualmente Museo Arqueológico.

En 1914 presentó el proyecto estrella de toda la Exposición, constituido por la Plaza de España, que comprendía el gran palacio y la plaza que lo rodea, su ejecución se prolongó hasta 1928, debido a problemas económicos derivados de la Primera Guerra Mundial, que supuso un retraso importante para la inauguración de la Exposición que pudo ser inaugurada en 1929. Esta plaza es uno de los espacios más espectaculares de la arquitectura contemporánea española.

Tiene forma semicircular, con un diámetro de 200 metros y simboliza el abrazo de España y sus antiguas colonias mirando hacia el río como camino a seguir hacia América. Está bordeada por un canal cruzado por 4 puentes que representan los 4 antiguos reinos de España.

En las paredes construyó un repertorio de bancos y ornamentos de azulejos que forman espacios alusivos a todas las provincias españolas. Los edificios que envuelven la plaza se estructuran en un edificio central, alas con edificaciones intermedias que compensan una excesiva longitud y dos torres en los extremos, con una altura de setenta y cuatro metros. La construcción está realizada con ladrillo visto y amplia decoración de cerámica, artesonados, hierro forjado y repujado y mármol labrado.

Aníbal González no pudo concluir su proyecto porque fue cesado del cargo de arquitecto jefe en 1926, y el dictador Miguel Primo de Rivera, nombró comisario regio al cordobés José Cruz Conde Fustegueras. El sucesor en el cargo de Aníbal González fue el arquitecto Vicente Traver.

Aníbal González no fue sólo un arquitecto, sino que llegó a ser el urbanista que modificó la fisionomía sevillana y empezó a cimentar la escenografía de la ciudad. Terminó por ser el arquitecto favorito de la burguesía sevillana. El legado de Aníbal González afecta a todo el urbanismo de la ciudad de Sevilla, pues fue él quien introdujo en las calles la decoración de naranjos y jardines propia de las casas señoriales.

La obra de Aníbal González goza en Sevilla de una enorme popularidad y han hecho que el nombre de este arquitecto quede definitivamente unido al de la propia ciudad.

La glorieta de Aníbal González se encuentra frente a la Plaza de España, en el parque de María Luisa, y en 2011 fue inaugurada una estatua de 2,5 metros de altura de bronce del arquitecto, sobre un pedestal de granito junto al que desciende una rampa. Los autores del monumento fueron el arquitecto Manuel Osuna, y los escultores Manuel Nieto López y Guillermo Plaza.

Saludos cordiales

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