miércoles, 6 de julio de 2022

MONUMENTO A LA TOLERANCIA

 


Foto. F. Robles

MONUMENTO A LA TOLERANCIA

El Monumento a la Tolerancia es una escultura monumental y que se encuentra instalada en el muelle de la Sal, junto al paseo de Colón, el puente de Triana y el río Guadalquivir, se ubicó en este lugar por expreso deseo de su autor. Se trata de una pieza de hormigón de cinco metros de alto por doce de largo. Realizada por el escultor y pintor Eduardo Chillida (1924-2002), financiada por la Fundación Amigos de Sefarad. El monumento se inauguró en 1992, coincidiendo con la celebración de la Exposición Universal de Sevilla.

El Monumento a la Tolerancia de Sevilla es testimonio de una época enriquecedora en la que convivían en armonía distintas culturas, sin las cuales no existiría la capital hispalense como la conocemos actualmente.

El Monumento a la Tolerancia, costó 589.000€ sufragados íntegramente por la Fundación citada y representa la denuncia de la expulsión de los judío de España en 1492, a través de un edicto, mediante el cual los Reyes Católicos expulsaron a los judíos de sus reinos. La idea de su construcción surgió del gobierno municipal de 1980, encabezado por el alcalde Luis Uruñuela, y tenía como objetivo recordar la ejecución de cinco miembros de una familia judía en la época de la expulsión. El proyecto quedó en suspenso durante varios años hasta que fue desbloqueado por el esposo de la Duquesa de Alba Jesús Aguirre

El acto de inauguración tuvo lugar el 1 de abril de 1992, y acudieron el presidente de Israel, Jaim Herzog, acompañado de su esposa Aura, y el Premio Nobel de la Paz Elie Wiesel, así como el propio autor, Eduardo Chillida​

En el acto de inauguración el autor de la escultura pronunció las siguientes palabras:

No es mi intención dar ningún ejemplo a nadie, pero sería perfecto que algún día en Sevilla el pueblo judío, el árabe y el cristiano volvieran a darse la mano. Eso es precisamente la idea que refleja el monumento”.

Un pequeño muro de piedra nos recuerda las palabras que el Premio Nobel de la Paz Elie Wiesel, víctima del Holocausto, pronunció en la inauguración del monumento:

Deteneos, hombres y mujeres que pasáis. Deteneos y escuchad. Escuchad la voz de Sevilla, voz herida y melodiosa, la de su memoria, que es también la vuestra, es judía y cristiana, musulmana y laica, joven y antigua. La humanidad entera en sus sobresaltos de luz y sombras, se recoge en esa voz para extraer del pasado fundamentos de esperanza. Aquí como en otros sitios, se amaba y se odiaba por razones oscuras y sin razón alguna. Se hacían rogativas por el sol y por la lluvia. Se interpretaba la vida dando muerte, se creía ser fuerte por perseguir a los débiles, se afirmaba el honor de Dios, pero también la deshonra de los hombres. Aquí como en otros sitios, la tolerancia se impone, y lo sabéis bien vosotros, hombres y mujeres que escucháis esta voz de Sevilla. Sabéis bien que, cara al destino que os es común, nada os separa (…)
Saludos cordiales

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