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El Patio de Banderas es una plaza pública ubicada e del barrio Santa Cruz de Sevilla y se encuentra dentro de lo que fueron las murallas del Alcázar de Sevilla. Debe su nombre a un haz de banderas que estaban pintadas sobre la puerta de la muralla que da acceso al patio desde la plaza del Triunfo. En el famoso plano de Sevilla que hizo Pablo de Olavide de 1771 ya la rotuló como patio de Banderas, que era el nombre por el que popularmente se le conocía. En el interior del arco de entrada, hay un retablo con la Virgen de la Concepción, San Pedro, San Fernando, San Joaquín, Santa Ana y San José con el Niño Jesús en brazos. Asimismo, cerca de la salida del apeadero, hay un muro donde se aprecian restos del Jardín del Yeso, ejemplo de arte almohade.
El aspecto actual del Patio de Banderas de Sevilla no es el original y se remonta a los años previos a la Exposición Iberoamericana de 1929, acontecimiento internacional por el que se reformó y remodeló la parte central de la plaza y gracias al que, entre otros motivos, se incluyó una fuente para sustituir a una que había, obra del escultor José Lafitta Díaz, autor también de la que hay en la Plaza de la Virgen de los Reyes. Esa fuente ya no está actualmente en la plaza. De esa época es también la calle de circunvalación y el suelo de tierra.
En la década de 1970 se encontraron en el subsuelo restos arqueológicos de una basílica cristiana que pudiera ser del siglo IV, usada en la etapa romana y visigoda.
El lugar era usado para los que llegaban en caballos, por lo que siempre tuvo un suelo terrizo. A principios del siglo XX se colocaron en los laterales aceras de adoquines y con suelo de albero en el centro. Desde la plaza se accede al Apeadero del Alcázar. El Apeadero fue realizado en el siglo XVII por Felipe III. Fue diseñado por el arquitecto Vermondo Resta y realizado por el cantero Diego de Carballo, y otros profesionales en 1609. La portada, de estilo manierista, fue diseñada por Vermondo Resta y realizada por Diego de Carballo en 1607. Felipe V situó aquí la Real Armería. Para ello, la sala fue reformada por Ignacio de Sala y Juan Vergel en 1729. En la portada se añadió un escudo real
Con el paso de los años y dado su carácter cerrado y de fácil defensa, se fue llenando de edificación adosada a su lados, de entre la que tiene especial relevancia la señalada con el número 2, por poseer una interesante bóveda almohade y un jardín, probablemente coetáneo, con andenes y arriates. Cerca de la salida del apeadero del propio alcázar, es posible observar, en uno de los muros existentes, restos del lado norte del patio o Jardín del Yeso, interesante muestra del arte almohade visitable en el interior del recinto del alcázar. Asimismo, en la otra esquina, un arco da paso al que fuera antiguo recinto de una de las juderías sevillanas y que hoy constituye la mayor parte del popular barrio de Santa Cruz. Desde este punto es posible obtener magníficas vistas sobre el viejo perfil almenado de las murallas y de las cubiertas de la catedral presididas por la apuntada esbeltez de la Giralda.
Este patio está rodeado por una serie de casas en las que han vivido numerosos personajes célebres, como por ejemplo la escritora Fernán Caballero o el pintor Joaquín Domínguez Bécquer (tío del famoso escritor Gustavo Adolfo Bécquer), que tenía un taller de pintura en el Apeadero y vivía en uno de los habitáculos de esta gran plaza.
En un edificio, el número 8, se han encontrado restos del palacio del rey poeta Al-Mutamid. En 2021 la Junta de Andalucía lo consideró como parte integrante del Alcázar.
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