La plaza de Santa Cruz se encuentra en el barrio de Santa Cruz de Sevilla. Su emplazamiento es el que antes ocupaba la primitiva iglesia de Santa Cruz. En esta plaza convergen varias de las calles estrechas del Barrio de San Cruz. En esa primitiva iglesia 1682 fue enterrado el gran pintor sevillano Bartolomé Esteban Murillo
El aspecto actual de la plaza se debe a la urbanización proyectada por Juan Talavera y Heredia en 1918 En uno de los edificios que dan a la plaza estuvo el Consulado de Francia desde su construcción, en 1923 hasta 2019,
En el centro de la plaza se ubica la cruz de forja, que realizada por el rejero Sebastián Conde, en 1692, Conocida como "Cruz de la Cerrajería" pero su verdadero nombre es Cruz de la Sierpes, ya documentado por varios historiadores como Palomero Páramo y Delgado Aboza, por tener su origen esa calle, mientras que la Cruz de Cerrajería era de madera y se ubicaba en la calle Cerrajería.
Esta cruz se ubicó originalmente en el cruce de la calle Sierpes con Rioja. Tenía carácter devocional y conmemoraba la Exaltación de la Cruz. Fue costeada por suscripción popular, inaugurándose en 1692. Fue llevada a su emplazamiento en un carro por la Hermandad del Rosario del Sagrario. Parece ser que sustituyó una anterior.
En 1840 se decidió su desmantelamiento definitivo ante las quejas por el estorbo que ocasionaba a la circulación, y el 30 de marzo, durante la noche, se procedió a su desmantelamiento, trasladándose directamente al Museo de Bellas Artes como ha logrado investigar Francisco M. Delgado
En 1916 Santiago Montoto propuso la idea de colocarla en la Plaza de Santa Cruz y en 1918 se aconsejó al Ayuntamiento por parte del presidente de la Academia de Bellas Artes de Sevilla que se colocara en la Plaza de Santa Cruz, a donde llegó en 1921, con motivo de la remodelación de la plaza proyectada por el arquitecto Juan Talavera y Heredia.
Es una cruz sobre una base. En la parte superior de la base hay cuatro faroles. También cuenta con figuras de ángeles. En las cuatro esquinas hay esculturas de difícil definición, pudiendo ser los evangelistas. La base está decorada con motivos vegetales y geométricos. En la base, además de otros adornos, hay cuatro serpientes. La estructura de hierro está situada sobre una plataforma escalonada de ladrillo.
Está considerada la obra maestra de la forja sevillana del siglo XVII. La cruz de guía con la que procesiona cada Martes Santo la Hermandad de Santa Cruz es una reproducción, sin su base, de la cruz que preside la plaza.
En esta plaza tres casas realizadas por Juan Talavera y Heredia: la casa que se encuentra haciendo esquina entre la plaza y la calle Santa Teresa, realizada hacia 1920 que ha sido la sede del consulado de Francia; la casa del número 8, realizada en 1923, que fue la casa propia de este arquitecto; y otra casa realizada también por esa época.
En la plaza hay una lápida colocada por la Academia de Bellas Artes de Sevilla en 1858 que recuerda que en ese lugar, donde estuvo la primitiva iglesia de Santa Cruz, donde fueron enterrados los restos del pintor sevillano Bartolomé Esteban Murillo
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