lunes, 25 de julio de 2022

BARRIO SANTA CRUZ

 


El Barrio de Santa Cruz está en el corazón de la Sevilla histórica, que destaca por sus monumentos, sus estrechas calles, plazas con naranjos y muchos locales con encanto. Es un laberinto formado por estrechas calles y callejones, que terminan en plazas que parecen alejadas del centro de la urbe. En cualquiera de sus plazas o calles se puede ver algunas de sus típicas casas con patio sevillanas, que conservan en su carmen todo el encanto del barrio, repleto de plantas y flores, que transmiten sosiego y frescor.

En esta zona estuvo ubicada la judería de Sevilla, y luego acusó su marcha tras la expulsión de los judíos en 1483, aunque algunos  judíos no abandonaron el barrio definitivamente. Sin embargo, a finales del siglo XIX Santa Cruz languidecía y sólo recobró su esplendor con las reformas impulsadas a raíz de la Exposición Iberoamericana de 1929.

Cuando el Rey Fernando III de Castilla conquistó la ciudad en 1248, encontró en Sevilla una importante comunidad judía, segunda tras la de Toledo, por esa razón cedió tres mezquitas, a la comunidad judía. para que las convirtiesen en sinagogas. Alfonso X confirmó esta concesión en 1252. Tras la revuelta antijudía de 1391 estos templos pasaron al uso cristiano y esos solares se edificaron las iglesias de San Bartolomé, Santa María la Blanca, en el barrio de San Bartolomé y Santa Cruz. En 1483 un edicto inquisitorial expulsó a los judíos de las diócesis de Cádiz, Sevilla y Córdoba. A pesar de la expulsión de los judíos en este barrio se mantuvo una pequeña población judía y otra musulmana.

A finales del siglo XIX, Santa Cruz era un barrio cerrado, estrecho y foco de enfermedades, al que se le buscaba en vano alguna solución. Fueron las ideas de José Laguillo y el proyecto del arquitecto Juan Talavera Heredia, que estaba muy involucrado con la preparación de la Exposición Iberoamericana de 1929 quien consiguió reurbanizar el barrio, siendo su estado actual el fruto de esas iniciativas.

Por otra parte el alcalde de Sevilla de esa época, consiguió que el rey Alfonso XIII cediera los terrenos de la Huerta del Retiro, que eran parte de los jardines de los Reales Alcázares, y así se formaron los actuales Jardines de Murillo, y en 1911 se abrieron las actuales calles Nicolás Antonio y Antonio el bailarín, que comunicaron el barrio de Santa Cruz con el nuevo Paseo de Catalina de Ribera.

En 1918 se reformaron las plazas de Santa Cruz y de Doña Elvira, según proyectos de Juan Talavera Heredia y también se ensanchó la calle Mateos Gago en 1923, que antes era un callejón estrecho. Famosas son las siguientes plazas del barrio:

  • Plaza de los Venerables  que toma su nombre del antiguo Hospital de los Venerables Sacerdotes donde, según la leyenda, en esta plaza pudo haber estado la famosa Hostería del Laurel, donde se inicia el drama de Don Juan Tenorio;

  • Plaza de Santa Cruz que le da nombre al barrio, que tiene en el centro una cruz de cerrajería del siglo XVII, construida sobre la antigua parroquia mudéjar de Santa Cruz.

  • Plaza de Doña Elvira, elegante con sus azulejos y naranjos y una fuente y arriates con asientos de ladrillos y azulejos, abierta en el solar de un antiguo Corral de Comedias; en esta plaza se rumorea que nació el amor imposible de Don Juan Tenorio, la mítica Doña Inés de Ulloa, al menos eso es lo que dice uno de los azulejos que existen en la plaza;

  • Plaza Refinadores existe en la misma una gallarda escultura del mítico conquistador de mujeres; don Juan Tenorio.

  • Plaza de la Alianza, antes conocida como Plaza del Pozo Seco, bordea la muralla; o el callejón del Agua, paralelo a las murallas, y por el que se traía el agua hacia los Reales Alcázares, donde se recuerda al escritor Washington Irving en una placa hecha por Mariano Benlliure.

En 1676 se construyó el hospital de los Venerables Sacerdotes. Tras su abandono, fue restaurado en 1991 por la Fundación Focus (creada por Abengoa en 1982) y alberga una magnífica colección obras de arte de Sevilla.

La invasión francesa de Sevilla de 1810 trajo consigo la clausura de la iglesia de Santa Cruz, que fue derribada en 1814. En su parcela se encuentra la actual plaza de Santa Cruz.  En la iglesia de Santa Cruz, estuvo enterrado Bartolomé Esteban Murillo, por lo que la Real Academia de Bellas Artes colocó una placa conmemorativa en este lugar en 1848.

Saludos cordiales

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