La Torre de los Perdigones es una torre solitaria que formaba parte de la antigua fábrica de "San Francisco de Paula", conocida popularmente como "Fábrica de Perdigones", ubicada en la calle Resolana, en el barrio de San Gil de Sevilla cerca del Puente de la Barqueta. Era propiedad de Manuel de Mata y Muñoz.
Fue construida entre 1885 y 1890 formando parte del conjunto industrial que era una fundición que cerró sus puertas en la década de 1950 y de la que lo único que ha prevalecido ha sido la Torre de los Perdigones. De hecho, es una de las pocas reminiscencias de la arquitectura industrial que quedan en la ciudad.
La fábrica era una fundición más de las muchas que existían en la ciudad y estaba dedicada de pleno a la fabricación de perdigones, balas y zinc en plancha, de donde posteriormente salían las bañeras de zinc famosas en su época.
Se trata de una alta torre de planta cuadrada, realizada en ladrillo visto y levemente tronco piramidal, cuyo tronco lo forman los tres módulos semejantes decrecientes de abajo arriba separados entre sí por una fina cornisa. Cada cuerpo tiene un hueco de medio punto y un óculo, resaltando estos elementos por unas ligeras molduras. Tras un penúltimo módulo centrado por un óculo la torre se remata con un cuerpo circundado por un balcón metálico. Está realizada en ladrillo visto.
Hoy día su interior alberga una de las pocas cámaras oscuras del mundo, lo que constituye su principal atractivo turístico. Con 45 metros de altura y situada en pleno casco histórico, es un mirador ideal para disfrutar de las vistas de toda la ciudad. La "Cámara oscura" fue inaugurada en 2007. Proyecta una imagen viva y en movimiento de lo que está ocurriendo en ese mismo instante en el exterior. En ella se podrán contemplar monumentos, iglesias, el río Guadalquivir e incluso el aeropuerto.
Los alrededores de la torre, durante bastante tiempo anteriores a la Expo'92 fueron un asentamiento chabolista. En fechas cercanas a la Expo'92 se restauró la torre, gracias a unos famosos almacenes que subvencionaron la obra y en agosto de 2005 fue nuevamente restaurada gracias al Ayuntamiento.
Hoy, los alrededores de la torre son una concurrida zona donde se desenvuelve el trasiego de la ciudad. Edificios de viviendas y oficinas, zonas de ocio y la Facultad de Odontología. A sus pies se extienden unos amplios jardines –popularmente denominados ‘el parque de los perdigones’ donde a lo largo del año tienen lugar todo tipo de actividades: desde conciertos de jazz al aire libre en verano hasta atracciones para los más pequeños en las fiestas navideñas, pasando por mítines políticos en periodos de campaña electoral.
Saludos cordiales
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