La Casa de los Bucarelli es también conocida como Palacio de los Condes de Santa Coloma. Actualmente es un hotel de lujo. Esta casa-palacio es una joya del barroco sevillano construida a finales del siglo XVII por la familia Bucarelli. Conserva gran parte de su estructura y elementos originales y ha sido recientemente restaurado adecuándolo a todas las comodidades de un hotel de lujo.
Fue mandada construir por Don Antonio de Bucarelli, noble de origen florentino que llegó a Sevilla atraído por la pujanza del comercio con las Indias, ya que en Sevilla se encontraba la Casa de Contratación que tenía el monopolio mercantil con América. Junto con otras familias fueron uno de los grandes mercaderes extranjeros residentes en Sevilla. Entre sus cargas destacaban que comerciaba con especias como el clavo, la canela, la pimienta negra, el jengibre, el cardamomo, la nuez moscada, la vainilla o el cacao.
En 1679 el Rey Calos II concedió a Francisco Antonio Bucarelli y Villasís el título de Marqués de Vallehermoso. Con el paso de las generaciones fueron muchos los personajes de la familia que destacaron y alcanzaron gran notoriedad, sobre todo en la esfera militar, política o religiosa. La familia Bucarelli aportó numerosos virreyes y capitanes generales históricamente ligados a una de las épocas de mayor esplendor de la Nueva España.
En la actualidad la Casa aún continua en posesión de la misma familia. En el siglo XIX, la casa pertenecía a Pilar Bucarelli, que se casó con Juan Bautista de Queralt y Silva, conde de Santa Coloma. El actual propietario es Enrique de Queralt Chávarri, Conde de Santa Coloma y marqués de Vallehermoso.
Ubicado en el barrio de San Lorenzo, en el corazón del centro histórico de la ciudad, Ocupa la manzana entre las calles Santa Clara, Teodosio, Santa Ana y Dalia. Está rodeado de monumentos e iglesias emblemáticas.
El palacio de Santa Coloma, como se le conoce en la actualidad, es de las pocas edificaciones que nada ha perdido de su carácter primitivo; su bellísimo apeadero, su patio porticado con columnas de mármol rosado, su escalera de caja cerrada, nos ofrece una imagen sincrética entre la tradición constructiva del sur de España y las casas coloniales de tantos sitios de Hispanoamérica.
Cuenta la casa además con un extenso jardín al que se accede a través de un pórtico de columnas del mismo estilo del patio principal. La fachada de la casa de ladrillo visto y encalada en la primera planta tiene grandes ventanales que atenúan cualquier sensación de macizo. La portada de piedra, está en el centro de la fachada y es sosegadamente barroca; en el segundo cuerpo, rompiendo el frontón, está el escudo de la familia.
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