domingo, 17 de julio de 2022

CASA DE SALINAS



En el siglo XVI, Sevilla era la ciudad más importante de Europa. A su puerto llegaban las riquezas del Nuevo Mundo, que después se distribuían por todo el continente. Aquí se acuñaba en moneda el oro y la plata de América.

La Casa de Salinas es una casa palaciega de esa época, del siglo XVI, construida bajo el influjo renacentista que experimentó Sevilla cuando era la metrópoli más importante de Europa al ser cabecera del tráfico con América,

En ese contexto se levantó la Casa de Salinas, que está ubicada en el área monumental del casco Antiguo de Sevilla, en la actual calle de Mateos Gago, esta casa compartió junto a otras mansiones un barrio de gente ilustre y acaudalada.

Baltasar Jaén, primer propietario de la casa y fundador de mayorazgo propio, perteneció a uno de estos linajes. Por su posición elevada la casa ha permanecido a salvo de las crecidas del río que históricamente inundaban Sevilla.

El entorno de Casa de Salinas sufrió un declive, como toda la ciudad, en el siglo XVII y entonces la casa pasó a tener otros dueños. En 1893 se nombró la cale donde está situada, Mateos Gago que fue un teólogo y profesor insigne de la Universidad de Sevilla.

El valor artístico y monumental de la Casa de Salinas es relevante, porque es un genuino ejemplo de casa principal sevillana. Esta casa podría incluirse entre aquellas que se construyeron en aquella época gloriosa de la ciudad y que se mencionan como síntoma de la modernización de la vivienda hispalense, por centrase alrededor de un patio de doble galería sobre columnas de mármol y decoraciones platerescas que demuestran su instalación plena en el gusto clásico del Renacimiento, que en tierras andaluzas toma cuerpo de forma matizada.

La casa adquiere sus actuales proporciones y la mayoría de sus elementos arquitectónicos a partir de 1577, como propiedad del linaje Jaén Roelas, que la mantiene durante más de trescientos años.

Con la desaparición del mayorazgo el inmueble fue adquirido por diversos inquilinos y sometido a obras de adaptación, se dedicó a colegio, contando incluso con un internado. La más llamativa es que fue sede una logia masónica.

A finales del siglo XIX fue adquirida por don Eduardo Ybarra que la somete a una amplia reforma y redecoración al gusto de la época. Eduardo Ybarra añade gran cantidad de azulejos de la fábrica de Mensaque (Triana), un mosaico de tema báquico, encontrado en Itálica y datado en el siglo II DC, además de una escultura en mármol blanco de la Virgen de los Remedios procedente del convento del mismo nombre (ambas piezas en el tercer patio o patio jardín). También añade las vidrieras fabricadas por Pickman, en el comedor superior y el patio principal.

A principios del siglo XX la casa pasó a ser propiedad de la familia Salinas, que la sometió a un delicado y minucioso proceso de restauración para devolverle su aspecto original, que había sido alterado en parte con intervenciones realizadas a lo largo de sus 400 años de historia, y muy especialmente hacia 1900. En la actualidad, luce sus primitivas estructuras del siglo XVI con elementos propios de la época de su construcción, armonizados estéticamente como se refleja en sus interiores cálidos y confortables

Desde hace poco tiempo, la familia Salinas, decidieron abrir su residencia privada a las visitas, una actividad que se suma a los actos y celebraciones que desde hace años se vienen desarrollando en este bello palacio.  Más info:  Web casa de Salinas

Saludos cordiales


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