domingo, 17 de julio de 2022

MONASTERIO DE LA CARTUJA

 



El Monasterio de Santa María de las Cuevas, también conocido como Monasterio de la Cartuja, está situado en la Isla de la Cartuja de Sevilla. Fue declarado Monumento Nacional en 1964 y expropiado en 1982. La fábrica de loza se trasladó a Salteras. Fue uno de los cuatro monasterios cartujos que hubo en Andalucía. La cercanía del inmueble al río Guadalquivir hizo que padeciera inundaciones con las riadas que periódicamente ocasionaba el río. El terremoto de Lisboa de 1755 afectó gravemente al edificio.

A finales del siglo XV se estableció en el monasterio la Orden de San Bruno (fundador de la primera cartuja en 1084). Hasta comienzos del siglo XIX, la Cartuja fue un monasterio más donde se practicaba la oración, ayuno y el silencio y eran austero en sus cenobios.

El 24 de enero de 1810, al acercarse las tropas francesas a la ciudad, los frailes embarcaron algunos objetos de valor hacia Cádiz para evitar que fueran expoliados. No obstante, el barco fue interceptado por los franceses en Sanlúcar de Barrameda, y requisaron todo su contenido. En febrero de 1810 la ciudad fue invadida por los franceses. En 1811 el mariscal Soult destinó el convento a cuartel de artillería y sede administrativa del ejército. Se vació de contenido religioso. Los cartujos, huyeron a Portugal y pudieron regresar en 1812. Entre 1835 y 1836 se produjo la expulsión de los frailes de manera permanente, finalizando con cuatro siglos de vida en comunidad, era el periodo de Desamortización de Mendizábal que decretó la extinción de las órdenes religiosas.

En 1838 el comerciante Carlos Pickman, procedente de Liverpool, solicitó el inmueble a la Junta de Enajenación de Conventos Suprimidos de la Provincia de Sevilla. Pickman adquirió todo el monasterio en 1838 y convirtió el edificio en su fábrica de loza.

Fue una fábrica de loza y porcelana china decorada a la manera inglesa haciéndose en poco tiempo la preferida por la clase acomodada, ya fuera para darle un uso particular como para adornar alacenas de todo el mundo, piezas que aún hoy día se pueden encontrar en perfecto estado de conservación en muchos casos. En 1873 Amadeo I otorgó a Carlos Pickman el título de marqués de Pickman por la notoriedad que había alcanzado su empresa.

En esta etapa fabril fue cuando se levantaron los diez hornos de botella que dan originalidad al conjunto monumental de los que sólo quedan en pie cinco y unas cuantas chimeneas. La fabricación de loza y porcelana estuvo funcionando en el monasterio hasta 1982, fecha en la que fue expropiado.

Desde 1986 el gobierno autónomo de Andalucía se propuso restaurar y rehabilitar el conjunto y así poder recuperarlo para uso y disfrute de los ciudadanos, mostrando el esplendor que tuvo de su pasado monástico, militar y fabril. Para poder hacer efectiva sus pretensiones se creó en 1989 el Conjunto Monumental de la Cartuja de Sevilla, cuya misión era proteger el monumento, convirtiéndolo en centro de investigación y difusión cultural. Albergó el pabellón Real en la Exposición Universal de 1992, que tuvo lugar en Sevilla con motivo del V Centenario del Descubrimiento de América en él se encontraba la recepción de las visitas de los jefes de estado y de gobierno que acudieron a la muestra. 

En sus instalaciones se construyó en famoso pabellón dedicado al siglo XV que fue un pabellón temático, donde su contenido giraba en torno a la vida europea del siglo XV: un recorrido que mostraba al visitante el modo de vida que había en la Europa de 1492, mediante una sala de exposiciones, proyecciones, un teatro giratorio o una representación de las playas de América que encontró Colón en su viaje a las Indias.

La visita comenzaba en la representación de un jardín renacentista, donde el espacio idealizado contaba con pérgolas cubiertas de parras, celosías con rosales, fuentes, así como autómatas que representaban ninfas y monstruos. Las dos siguientes salas eran expositivas, donde se mostraba una bóveda estrellada en el marco de un palacio renacentista donde se proyectaban distintas escenas. Las pinturas que decoraban esta bóveda fueron creación de Guillermo Pérez Villalta, mismo autor de los frescos que decoraron el techo del Pabellón de Andalucía.

A continuación, el visitante entraba en la zona más importante del pabellón, un teatro giratorio donde se representaban los distintos cambios que sufrió la Europa del siglo XV y que desembocaron en el descubrimiento de América.

Entre 1988 y 1995 el arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra reformó parte de la antigua fábrica de cerámica para ser la sede del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, que tiene allí sus talleres.

A partir de 1997 comenzó a funcionar como museo al convertirse en sede el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo asumiendo para sí la gestión del personal y las colecciones que han sobrevivido del Conjunto Monumental de la Cartuja así como del Museo de Arte Contemporáneo de Sevilla. En este museo se encuentran al aire libre algunas piezas de esculturas contemporáneas procedentes del Pabellón de Andalucía en la Expo.

Por decreto pasó a ser un Organismo Autónomo dependiente de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. También alberga el rectorado de la Universidad Internacional de Andalucía.

Saludos cordiales

Fuentes. Catálogo de la Red de Bibliotecas Públicas de Andalucía


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