viernes, 15 de julio de 2022

COLUMNAS ROMANAS

 


En un patio escondido en la calle Mármoles de Sevilla se encuentran tres columnas que se cree que pertenecieron a un antiguo templo romano y es uno de los pocos vestigios que nos queda de la antigua Colonia Iulia Romula en Sevilla, más conocida por entonces como Hispalis. La Calle Mármoles se encuentra en el barrio de San Bartolomé, dentro del distrito Casco Antiguo de Sevilla.

Los tres fustes monolíticos miden casi 9 metros de altura, son de granito egipcio, como los del Panteón de Roma, y se asientan sobre basas de mármol local. Son un claro ejemplo de la gran impronta que dejaron los romanos durante su estancia en la ciudad de Hispalis.

Estas tres columnas estuvieron ocultas en el patio de una casa. No obstante las columnas habían sido encontradas en ese lugar en el siglo XVI,  pero estuvieron ocultas, hasta que el ayuntamiento de la ciudad la compró y derribó esa en en 1886. No se sabe a ciencia cierta cómo aparecieron. Se han hecho muchos estudios sobre la procedencia de las columnas. Lo más creíble es que pudieron ser el pórtico de un templo o parte de algún templo romano. Estudios más tardíos nos dicen que la localización actual de las columnas romanas son parte de algún expolio, traídas aquí y reutilizadas  para la construcción de algún palacio. Se cree que podrían provenir del Traianeum de Itálica.

Cuentan que anteriormente se encontraban en ese lugar seis columnas. La leyenda dice que dos de ellas fueron trasladadas a la Alameda de Hércules por orden de Don Francisco Zapata Cisneros, I Conde de Barajas, en 1578. Estas columnas fueron la base para las famosas esculturas de Hércules y Julio César, los fundadores de Sevilla. Sin embargo las últimas investigaciones no dan crédito a esa leyenda y otra columna se rompió cuando estaba siendo trasladada al Real Alcázar.

Las columnas han gozado de una alta estima desde su mismo descubrimiento, pues ya en el siglo XVI los humanistas e ilustrados de la época debatieron sobre su posible utilidad en el pasado, pensando que se trataba de un templo de adoración a Hércules. Hay que tener en cuenta además que la localización de las columnas es en una de las zonas de mayor elevación del centro y por tanto, sitio ideal para emplazar un gran templo al mitológico fundador de la ciudad.

Esta imagen de templo antiguo ha llegado a influir incluso a la hora de situar el posible foro de Híspalis de época republicana en esta zona. Además, han quedado grabadas para muchos sevillanos como las columnas de un templo romano, aunque seguro que para otros, ni siquiera son conocidas.

No obstante, tras los últimos estudios realizados entre otros por Pilar León o Carlos Márquez sobre estas columnas y sobre las de la Alameda de Hércules, podemos conocer con mayor certeza el tiempo al que pertenecen e incluso lanzar hipótesis sobre su destino o cometido original. A día de hoy se sabe que las columnas pertenecen a la época de Adriano o finales de la de Trajano, en el siglo II y que por sus dimensiones y características pudieron corresponder a un templo, ya que un pórtico de tales dimensiones es raro de  encontrar.

Saludos cordiales 


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