martes, 12 de julio de 2022

FUENTE DE HÍSPALIS

 


Foto. Commons

FUENTE DE HÍSPALIS

La Fuente de Híspalis, también llamada Fuente de Sevilla, es una fuente monumental situada en la plaza Puerta de Jerez de la ciudad de Sevilla. La plaza se llama Puerta de Jerez porque en ella se encontraba una puerta de la muralla orientada al suroeste, hacia Jerez de la Frontera. Se construyó para  adecentar el ensanche que se había originado en la Puerta de Jerez al dar continuación a la que actualmente se conoce como la avenida de la Constitución. ​

La fuente fue encargada por el Ayuntamiento en 1928 al consagrado escultor Manuel Delgado Brackembury, que se había erigido como el artista escultor de la Feria Iberoamericana de 1929. No en vano los principales conjuntos escultóricos de la Sevilla de los años 20 llevan su firma. En un primer momento el proyecto diseñado por el artista era mucho más ambicioso. El contorno de la misma fue diseñada por Juan Bautista Míguez Roca. Fue instalada el mismo año de la Exposición Iberoamericana de 1929.

Esta fuente está coronada por una Nereida sobre una flor de loto, que representa a Sevilla. Nereida era una ninfa de los mares, hija de Nereo y de Doris, hija del Titán Océano, quien le dio cincuenta hijas maravillosas, las Nereidas, todas ninfas del mar.

Nereida se encuentra sentada sobre una especie de grandes hojas de loto, sostenidas por figuras de niños desnudos, subidos a unas grandes tortugas.

En este complejo  escultórico todo tiene su interpretación, como un conjunto de elementos marinos, como las tortugas o los delfines, animales que ponen de manifiesto la importancia del Guadalquivir en lo referente a Sevilla. Los múltiples niños simbolizan el futuro de la ciudad, pero expresan al mismo tiempo (más al estar representados junto a las tortugas llevando a la ninfa, o lo que es lo mismo, moviendo a Sevilla) la lentitud con la que se desarrollaban para el progreso de la ciudad el comercio, la agricultura y la Industria en aquel momento, representadas respectivamente por el autor en el caduceo de Mercurio, las hojas sobre la que se sienta la fémina diosa de Sevilla y la rueda dentada que sostiene bajo su pie. En el perímetro de la taza iban otros cuatro niños con caracolas de las que manaba agua.

En 1939 los cuatro niños, conocidos en su día como "los meones", aunque no estaban en esa posición fueron retirados por orden del alcalde Eduardo Luca de Tena. En 2015 se realizaron unas copias del mismo tipo de piedra y fueron colocados de nuevo. La fuente ha sufrido vandalismo y restauraciones a lo largo de los 100 años de su existencia.

El lugar es el elegido por los aficionados del Sevilla Fútbol Club para celebrar sus logros deportivos en especial los internacionales.

Saludos cordiales

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