MUSEO DE BELLAS ARTES
El Museo de Bellas Artes de Sevilla fue fundado como "Museo de pinturas", en 1835, con los cuadros y esculturas procedentes de conventos y monasterios desamortizados por el gobierno liberal de Mendizábal. Está ubicado en la plaza del Museo en lo que fue el Convento de la Merced. En la actualidad es un museo fundamental para conocer tanto la pintura barroca sevillana, especialmente de Zurbarán, Murillo y Valdés Leal, como la pintura andaluza del siglo XIX.
Hasta hoy día, el edificio ha tenido varias remodelaciones para adaptarlo como Museo de primer orden, ya que por sus contenidos está considerado la segunda pinacoteca más importante de España, tras el Museo del Prado que ocupa el primer lugar.
Desde su habilitación como museo ha experimentado cuatro grandes intervenciones.
En la primera, entre 1868 y 1898, se restauraron las arquerías y muros del piso primero, el solado de los claustros y el alicatado de sus muros con azulejos de otros conventos desamortizados.
Entre 1942 y 1945 se actuó sobre la antigua sacristía, que pasó a convertirse en el patio de las Conchas y se trasladó la antigua portada barroca de la calle Bailén a la fachada principal.
Una tercera remodelación fue llevada a cabo entre 1969-1970 y 1975-1976 quedó inconclusa con desafortunadas consecuencias para la estabilidad estructural del edificio.
La última modificación fue entre 1985 y 1993, en que se rehabilitó en su totalidad y se adecuó a las múltiples exigencias de la moderna museología.
En 1941, el Museo Arqueológico Provincial se trasladó al pabellón de Bellas Artes de la Exposición Iberoamericana de 1929, en la plaza de América del parque de María Luisa, quedando únicamente en el convento de la Merced el Museo de Bellas Artes.
La fachada principal se presenta frente a la plaza del Museo. Fue diseñada por Miguel de Quintana en 1729, aunque con algunas modificaciones de fray Francisco Bartolomé de Rojas. Presenta arco de medio punto con un par de columna a cada lado que descansan sobre pedestales. Sobre él se abre una gran hornacina en cuyo interior se encuentran las figuras de la Virgen de la Merced, San Pedro Nolasco, fundador de la orden de la Merced, y el rey Jaime I de Aragón, su protector. A ambos lados la flanquean dos columnas salomónicas, y sobre ella, a modo de remate, hay un frontón en cuyo centro se sitúa el escudo de la orden.
Contiene varios claustros siendo el Claustro Mayor el más relevante de todos. Fue trazado por el arquitecto Juan de Oviedo siguiendo modelos italianos.
La escalera imperial constituye, junto a los tres patios y la iglesia, el núcleo del edificio.
La iglesia es un ejemplo de sobriedad arquitectónica, de planta de cruz latina formada por una nave y un crucero, de su antiguo esplendor, solo se conserva la decoración pictórica de las bóvedas, cúpula, entablamentos y pilastras. Actualmente es la sala más emblemática del Museo pues acoge los grandes cuadros de altar de los más importantes pintores del barroco sevillano. Más info. Web del Museo
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