La Puerta de Jerez es uno de los lugares de referencia de los sevillanos. La ciudad amurallada tenía varias y variadas entradas o Puertas de la ciudad. Una de estas puertas, la orientada hacia el sur hacia la vecina ciudad de Jerez era un bello broche para cerrar las antiguas murallas romanas y árabes.
En 1846 la Puerta fue derribada con el objeto de crear un lugar amplio entre la ciudad y los viejos jardines que se abrían hacia el sur, salvando un viejo arroyo denominado Tagarete, un antiguo riachuelo que rodeaba la ciudad sirviendo antaño de foso defensivo natural, especialmente en lo que hoy denominamos calle San Fernando y desembocando en el río Guadalquivir, muy cerca de la Torre del Oro.
Desde la antigua Fábrica de Tabacos, las trabajadoras cruzaban el Tagarete por un puente, que aunque pequeño servía para facilitar el acceso a la Puerta y volver después de la jornada laboral a sus distintas viviendas de forma siempre contentas y alegres. Muchos sevillanos se acercaban a ver a las jóvenes obreras del tabaco dando pie a muchas leyendas e incluso a obras maestras de la música.
Si hubiera que buscar un apelativo para este entorno, quizás el concepto que más encajaría sería el de la alegría símbolo perfecto de la fuente que ahora lo preside. Un lugar de encuentro entre los bellos jardines de Cristina y la ciudad vieja.
En la época del desarrollismo, ya en el siglo XX, el automóvil se apoderó del entorno como principal acceso al nuevo barrio de Los Remedios al otro lado del río. Afortunadamente las nuevas administraciones han ido recuperando el entorno alrededor de la Fuente de Híspalis un lugar de encuentro y descanso de los sevillanos.
La Fuente de Híspalis fue testigo de un nuevo concepto de ciudad, abierta y útil, la cercanía a la antigua fábrica de tabaco hoy convertida en Universidad es el lugar de encuentro de los jóvenes sevillanos que acceden a la cultura y también de muchos turistas venidos de fuera que encuentran un bello lugar para reposar y disfrutar junto a artistas, músicos y bohemios que se citan en los alrededores.
La fuente ha sido el lugar de referencia para los aficionados al fútbol sevillano, pues el Sevilla FootBall Club, desde hace muchos años ha tomado la fuente como el lugar donde se realiza la entrega y aportación para la ciudad de los trofeos conquistados. Encuentro también de banderas tricolores junto al cercano monumento de Don Emilio Castellar, pluralidad y alegría que confluyen en esta hermosa plaza.
JUAN CASTRO PRIETO. Nacido a mediados del siglo XX en el Aljarafe sevillano. De profesión Arquitecto Técnico y Profesor. Como profesional de la enseñanza ha trabajado en el Instituto del Polígono Sur y el Instituto Politécnico. Amante de la historia y los monumentos de Sevilla. Estudioso de las construcciones antiguas y de la sociología del futbol sevillano. Ha sido colaborador de revistas culturales y deportivas.
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