jueves, 8 de septiembre de 2022

CASINO DE LA EXPOSICIÓN ( Pabellón de Sevilla)

 

El Comité Ejecutivo de la Exposición Iberoamericana encargó en 1925 al arquitecto valenciano Vicente Traver y Ferrer que fuese el proyectista del Pabellón que Sevilla, debería tener y que tuviese gran relevancia por ser Sevilla la ciudad donde se iba a celebrar la Exposición.

El lugar elegido para ubicarlo fue en los terrenos de los Jardines de San Telmo que el Ayuntamiento había comprado al arzobispado de Sevilla, junto a la Glorieta de San Diego, cerca de la entrada principal al recinto de la Exposición, queriendo de este modo dar la bienvenida a los visitantes al mismo.

El Pabellón de Sevilla, vino a cubrir las necesidades previstas por Aníbal González en su proyectado Gran Casino, que no llegó a realizarse. Traver transformó el proyecto en un teatro-casino, a semejanza de los levantados en ciudades turísticas de Francia y Alemania, donde el teatro era un elemento importante dentro de un complejo de salas de juego.

Esta unión estructural de teatro y casino, permitía la ampliación lúdica del espectador, que al terminar la sesión de teatro, podía continuar con la cena, el baile y el juego, consiguiéndose así un gran espacio de acceso y desahogo centrado en el gran salón de baile.

Básicamente el edificio consiste en la unión en un solo bloque de dos elementos volumétricos conectados, por un lado el Salón de Fiestas, hoy Casino de la Exposición, que conforma la rotonda vestíbulo de planta circular donde se encuentra inscrita la entrada de honor, y por otro el Teatro, actual Lope de Vega, con planta cuadrada y cuerpo cúbico.

Este edificio fue una de las obras más logradas del Certamen, de estilo neobarroco según modelos italianos, con fuerte inspiración de motivos levantinos, alejado del regionalismo sevillano, Los detalles ornamentales se realizaron de forma preciosista y geométrica, surgidos de la Exposición de las Artes Decorativas de París de 1925.

La fachada del edificio, fuertemente marcado por el juego de planos cóncavos y convexos, se cubre de molduras mixtilíneas, frontones curvos partidos, pinjantes y esgrafiados, emergiendo una gran cúpula rebajada, rematada por linterna a modo de templete barroco con columnas salomónicas y adornada con grandes jarrones de cerámica que rematan.

El Gran Salón de Fiestas (actual Casino), busca ante todo en su fachada efectos pintoresco, la riqueza ornamental, el juego de luces y sombras y el movimiento de líneas característico del barroco maduro. Se compone de una gran terraza de acceso de forma oval, cuyos extremos, se rematan con una columnata formando arco. Y el edificio central ocupa casi la totalidad del mismo, solo dos cuerpos laterales se les añade, el izquierdo con salones, restaurante y terraza elevada al exterior, y el derecho como vestíbulo lateral del teatro, consistente en patio con columnas y fuente de mármol, dotado de guardarropa y salones.

La cúpula de 18 m. de altura, con linterna y claraboyas (hoy cegadas), es sostenida por dieciséis altas columnas de estilo corintio, con fuste compuesto por acanalado en la parte superior y formando dibujo geométrico en mármoles de colores y bronce, en la parte inferior, realizado por la madrileña casa M. Mateo. A ambos lados se abren puertas con arcos de medio punto, para acceso a los distintos salones. El de la izquierda dedicado a salón-comedor, ricamente decorado con lámparas de cristal y bronce, consolas en caoba con espejos de separación; y el derecho como ya se ha dicho con columnas y fuente decorativa, que daban acceso a saloncitos de descanso y conversación.

Fuentes. Juan José Cabrero Nieves autor del BlogExposición Ibero-Americana de Sevilla


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