martes, 13 de septiembre de 2022

COLEGIO JOSÉ MARÍA DEL CAMPO


En 2009, se celebró el primer centenario del El CEIP José María del Campo, con un gran número de actividades, y entre ellas la profesora María Rubio, que era la Webmaster del colegio, publicó un extenso artículo dedicado a la historia del colegio desde su inauguración en 2009, ese artículo ha sido la fuente principal de este aporte.

El CEIP José María del Campo se encuentra situado en la C/ Pagés del Corro en pleno corazón del barrio de Triana. Fue mandado construir por el Alcalde de Sevilla D. Cayetano Luca de Tena en 1907 y fue el famoso arquitecto sevillano Anibal González, quién lo proyectó, fue una genialidad más de Aníbal González pues tal como diseñó el colegio marcó un antes y un después en la concepción de centros de enseñanzas que fue copiado en edificaciones posteriores. Fue inaugurado por S.M el Rey Alfonso XIII y su esposa la Reina Victoria Eugenia el día 24 de marzo de 1909.

De su diseño inicial destacan sus grandes ventanales, la azulejeria original del vestíbulo y la ornamnetacion con impresionantes lienzos cerámicos, donde se repite el repertorio de filósofos y pedagogos, que parece un anticipo de los que luego diseñó para Plaza de España. También era destacable su teatro, donde se han representado obras de teatro, recitales y representaciones infantiles.

En un principio fue escuela de niños y niñas, teniendo cada grupo un director/a; de los niños fue D. José Mª del Campo y de las niñas Dña. Carlota de Castro. En 1913 la ratio por alumno y profesor era de 40, llegándose a superar en algunos grupos.

Además de las clases ordinarias se impartían clases de mecanografía, piano, encaje y blondas, carpintería, repujado de metal, bordados, banda de música, bordado. Con el paso de los años estos talleres se fueron consolidando teniendo una gran relevancia el taller de cerámica, carpintería y el de repujado de metal. De estos talleres han salido importantes ceramistas, carpinteros y repujadores de nuestra ciudad.

Desde el año 1929 contó con comedor escolar. El menú semanal del comedor consistía : tres días sopa, cocido con carne, tocino, morcilla y postre y los otros tres días un plato de fécula y otro de pescado o carne o huevo y postre.

Durante la Guerra Civil en los sótanos del edificio se habilitó un comedor social. Fue el primer colegio de Triana que se acondicionó para recibir alumnado con dificultades motóricas. Ya en los años 40 existían aulas de niños tracomatosos.

Hasta la llegada de la II República se denominó Colegio Reina Victoria, a partir de 1931 se denominó Colegio Triana, y tras la muerte de D. José Mª del Campo adquirió su actual nombre.

Estuvo a punto de ser demolido en 1967 pero fue felizmente restaurado entre 1978 y 1980 por los arquitectos Antonio Barrionuevo Ferrer y Francisco Torres Martinez. El Alcalde de Sevilla había decidido derribar el Colegio y enviar al alumnado en autobús al Polígono San Pablo, pero gracias a las gestiones realizadas por la directora Dña Emilia Martín Mancera se decidió realizar las obras de mejoras y el colegio pudo seguir con sus actividades. Los talleres continuaron hasta que aparecieron las Escuelas de Formación Profesional.

Entre las actividades deportivas destacaron el balonmano y fulbito que otorgó muchos premios a los equipos participantes. El Colegio fue nombrado Trianero de Honor en el año 1989.

En la actualidad son numerosas las actividades que se desarrollan en el Colegio: actuaciones teatrales, celebración del Día del Libro, Semanas Culturales del Día de Andalucía, Encuentros de Bilingüe, Concursos Gastronómicos, Actividades de Juegos Tradicionales, Semanas de la Alimentación Saludable, participación de las familias en el desarrollo de sus clases: dando charlas, contando cuentos, taller de matemáticas; desarrollando temas de interés para el alumnado.

Se ha puesto también en funcionamiento un Programa Mediambiental creando un pequeño huerto y jardín donde se conciencia al alumnado sobre la naturaleza y la importancia de conocerla, amarla y respetarla..

El comedor escolar empezó de nueva a funcionar en el curso 2002/2003 así como el Aula Matinal y las Actividades Extraescolares que hacía muchos años que se venían desarrollando en el Colegio organizadas por la AMPA. Todo ello permite una amplitud de horario y de servicios que facilita la inserción laboral de las familias.

En el curso 2003/04 el Colegio se abre a otros Centros Europeos: franceses, húngaros, irlandeses, italianos, griegos,… mediante un Programa Comenius basado en la “Convivencia y la Interculturalidad” .A través de el profesorado y el alumnado mantiene correspondencia y realiza intercambios de experiencias , cultura, lenguaje y propuestas.

Saludos cordiales

Volver al índice del Blog



lunes, 12 de septiembre de 2022

CASA MONTALVÁN

 


  Para realizar esta síntesis del origen de la alfarería en Triana y de la Casa Montalván ha sido relevante la información que he encontrado en Internet publicada por Manuel Hellín, que manifiesta que el trabajo del barro ha sido una actividad esencial para explicar el barrio de Triana, que se remonta a época islámica, al entorno de los siglos XI o XII cuando empezó a crecer con fuerza a raíz de la construcción del Puente de Barcas y del Castillo de San Jorge y, prácticamente desde esa época, hay constancia de la presencia de hornos alfareros en el barrio.

    En esa época la actividad alfarera era bastante contaminante, ya que era necesario el funcionamiento de hornos a altas temperaturas que generaban mucho humo y por eso la autoridades residentes en El Alcázar querían que estas actividades estuviesen alejadas de aquel palacio. Triana, reunía esas condiciones de lejanía y además contaba con gran disponibilidad de su materia prima, un barro de gran calidad y esa fue la materia prima para la elaboración de azulejos cerámicos, que se empezaron a producir y que experimentaron un enorme auge sobre todo a partir del siglo XV.

    Fue fundamental la aportación que realizó Francisco Niculoso Pisano, un artista de origen italiano, asentado en el barrio, que introdujo la técnica para pintar en las piezas cerámicas antes de su cocción. De este modo fue posible hacer un repertorio iconográfico mucho más amplio, con la representación de escenas y motivos decorativos mucho más naturalistas y atractivos para los clientes.

    Prueba de ello fue el magnífico retablo cerámico de la Visitación que realizó Niculoso Pisano para la pequeña capilla personal que la reina Isabel la Católica tenía en el Alcázar. A partir de entonces la realización de azulejos cerámicos sería una constante en el barrio y su producción se iría adaptando sucesivamente a estilos como el mudéjar, el renacentista o el barroco.

    Desde finales del siglo XIX y en las primeras décadas del XX fue la época de mayor esplendor de la cerámica trianera, vinculada sobre todo a la difusión de la arquitectura regionalista. El regionalismo experimentaría un impulso definitivo a raíz de que se decidiera la celebración en Sevilla de la Exposición Iberoamericana de 1929.

    Esta circunstancia conllevó que los talleres trianeros funcionaran a pleno rendimiento, por lo que muchas de las grandes sedes de firmas cerámicas que han llegado hasta nuestros días corresponden a este período de finales del XIX y principios del XX, como Mensaque en San Jacinto, Santa Ana en San Jorge o Montalván en la calle Alfarería.

    La alfarería Montalván constituye una de las más hermosas en el barrio. Se conserva la sede del taller, que fue uno de los que tuvo una actividad más intensa entre 1910 y 1930. En la actualidad alberga un hotel, pero aun puede admirarse el magnífico conjunto de rótulos comerciales cerámicos que lo decoraron.

    Anexo a él y haciendo esquina con la calle Covadonga, se encuentra la llamada Casa Montalván, trazada por el arquitecto Juan Talavera y Heredia hacia 1927. Se trata de uno de los más destacados arquitectos de la época, que dejó con esta obra una preciosa joya del regionalismo en Triana. El objetivo del inmueble era el de servir como soporte expositivo para los trabajos cerámicos que se realizaban en el taller adjunto.

    Por eso tanto en su fachada como en sus estancias principales, está decorado con un magnífico conjunto de azulejería que permitía a los propietarios mostrar a posibles clientes la calidad de los trabajos que salían del taller. En la actualidad no queda ni un solo taller cerámico en activo en Triana.

Saludos cordiales

Volver al índice del Blog



sábado, 10 de septiembre de 2022

PANTEÓN DE SEVILLANOS ILUSTRES

 


La Iglesia de la Anunciación de Sevilla se encuentra en el Casco Antiguo de la ciudad, presentando su fachada principal a la calle Laraña, junto a la Facultad de Bellas Artes, y el lateral del templo a la plaza de la Encarnación. En sus inicios fue la Casa Profesa de los Jesuitas en Sevilla, y el Colegio de la Anunciación que estaba anexo fue uno de los pilares intelectuales de la Contrarreforma española, sirviendo también de punto de partida de la expansión jesuítica en tierras de ultramar.

Al quedar vació el edificio con la expulsión de la Compañía de Jesús en 1767 hizo posible que en 1771 se instalase allí la Universidad Literaria de Sevilla. La iglesia se convirtió así en la capilla de la Universidad hasta 1956, fecha de su traslado a la Real Fábrica de Tabacos, conservando su rica biblioteca y su noble edificio. Dado el valor artístico de su Retablo Mayor las esculturas de la portada y el panteón de sevillanos ilustres que acoge, fue calificada como Bien de Interés Cultural en su categoría de Monumento en 1931.

El Panteón de Sevillanos Ilustres, se instaló en esta iglesia a instancias del deán López Cepero y de las autoridades de la Universidad de Sevilla como un lugar donde acoger los restos y motivos funerarios procedentes de algunos templos sevillanos tras los daños causados en ellos por las tropas francesas y a desamortización de edificios religiosos.

Aquella iniciativa tuvo continuidad en el tiempo, y sería a principios de la década de los años 70 del pasado siglo XX cuando el director general de Bellas Artes Florentino Pérez Embid promovió la realización de las obras de ampliación y protección de la cripta que da lugar a la imagen actual del panteón.

Al principio se accedía al panteón través de una portada lateral del templo, de estilo renacentista, realizada por el reconocido arquitecto Hernán Ruiz II. Tras la reforma del s. XX, este acceso quedaría cerrado, accediéndose a partir de entonces, desde el patio de la facultad de Bellas Artes, por dos tramos descendentes de escalera, El panteón es visitable, siendo el acceso gratuito, pero con un horario muy restringido.

En el Panteón se encuentran distintos sepulcros, tumbas o lápidas, que corresponden, entre otros, a personalidades como: Amador de los Ríos, Benito Arias Montano, los hermanos Gustavo Adolfo Bécquer y Valeriano Domínguez Bécquer, Cecilia Bölh de Faber (Fernán Caballero), Rodrigo Caro, Catalina de Alcocer, Alberto Lista, Francisco Mateos Gago, Pedro Ponce de León o Federico Sánchez Bedoya y varios más.

Saludos cordiales

Volver al índice del Blog


MONUMENTO AL ARTE FLAMENCO

 



En la Plaza del Altozano del barrio de Triana se encuentra el Monumento al Arte Flamenco. Es una escultura alegórica que representa a una flamenca sosteniendo una guitarra en una mano y apoyando un pie sobre un yunque, como representación de las tres vertientes del mundo flamenco, el baile, el cante y el toque.

A sus pies se puede leer la siguiente inscripción y dedicatoria que da nombre a la escultura: "Triana al Arte Flamenco"

El escultor de esta obra, fechada en 1993, es el sevillano Jesús Gavira Alba, también autor de "La Sentaíta" de Triana. Se inauguró el año 1994; que fue una iniciativa municipal que partió del recordado concejal Alberto Jiménez Becerril, y que lo pagó el conocido empresario sevillano Valentín Álvarez Vigil.

Se trata de un símbolo trianero por excelencia, Está elaborada en bronce sobre un pedestal de mármol que se eleva sobre tres amplias gradas situadas en la parte trasera de la composición.

Saludos cordiales

Volver al índice del Blog


viernes, 9 de septiembre de 2022

MONUMENTO A SEBASTIÁN ELCANO


    El monumento que la ciudad de Sevilla, tiene dedicado al navegante Juan Sebastián Elcano, se realizó para conmemorar el 450 aniversario de la hazaña conseguida por 250 marineros, que iniciaron su viaje desde Sevilla el 10 de agosto de 1519, en cinco naos (la Trinidad, la San Antonio, la Concepción, la Santiago y la Victoria), siendo capitaneadas por el navegante y explorador portugués Fernando de Magallanes. Siendo los primeros en circunnavegar la Tierra por vez primera. El 8 de septiembre de 1522, regresaron a Sevilla sólo 18 hombres a bordo de la nao Victoria,​ capitaneada por Juan Sebastián Elcano, ya que Fernando de Magallanes había fallecido en Filipinas durante un enfrentamiento con los indígenas.

El monumento se encuentra ubicado en la Glorieta de los Marineros, por la que circulan muchos automóviles diariamente. Porque está en la confluencia del Paseo de las Delicias, el Puente de Los Remedios, la Avenida de María Luisa, y la Avenida Luis Rodríguez Caso.

Los inicios del monumento se deben a un concurso público organizado por el Ayuntamiento de Sevilla  en 1964, que fue ganado fue por el escultor, pintor, y catedrático granadino, ya fallecido, Antonio Cano Correa,​ que está considerado como uno de los escultores más importantes y representativos de la escultura contemporánea andaluza del siglo XX. El monumento fue inaugurado el 27 de octubre de 1972.

El monumento está realizado en piedra, bronce y vegetación, está compuesto por un paramento en piedra caliza semicircular de 2,5 metros de altura y 7 metros de anchura, con un mapamundi tallado en hueco-relieve, delante se muestra la figura del navegante realizada en bronce y con una altura de 2 metros, representando su triunfal entrada en Sevilla, saludando con la mano izquierda, mientras en la mano derecha porta cartas de navegación y a sus pies hay una gaviota representando un símbolo marino, y una columna de 12 metros de altura con un diámetro de 2 metros, en la que se pueden observar narrado en bajorrelieve la hazaña conseguida de la vuelta al mundo. La columna está coronada por una rosa de los vientos en bronce. En 1974 se le añadieron luces y agua convirtiéndose a su vez en fuente luminosa.

Saludos cordiales

Volver al índice del Blog



PORTADA DE SAN DIEGO


    Para los accesos a la Exposición, se construyeron una serie de puertas por todo el perímetro del recinto con el objeto de facilitar la entrada a determinados sectores expositivos, destacando entre ellas, la puerta principal de la Muestra que se encontraba en la Glorieta de San Diego, al ser este el lugar más próximo para acceder desde el casco urbano.

En enero de 1927, fue nombrado como Arquitecto General del Certamen Vicente Traver y uno de los primeros proyectos que realizó fue la nueva ordenación de la Glorieta de san Diego como entrada principal a la Exposición. Aunque mantuvo la ordenación básica dada por su antecesor Aníbal González, Traver hizo varias modificaciones.

La Portada de san Diego diseñada por Traver, se componía de ocho grandes pilarotes situados a ambos lados de los accesos a las cuatro avenidas que confluyen en la glorieta de san Diego.

Hoy día se conserva entre las avenidas de Isabel la Católica y de María Luisa, un arco decorativo, que forma parte del cerramiento del parque María Luisa. Esta composición a modo de arco triunfal de tres vanos, están ocupados por esculturas en piedra al igual que el basamento y los arcos. Este arco denominado Portada de San Diego, lo componen los mismos elementos compositivos y constructivos que los pilarotes de los accesos a las avenidas colindantes. Cuatro pilastras cajeadas en ladrillo sustentan los tres arcos de medio punto en piedra. Los laterales de menor altura se rematan con una ancha moldura cóncava, siendo el central de mayor envergadura, sostenido por columnas pareadas de mármol rojo, con capitel compuesto y basamento de mármol blanco

En cada uno de los vanos se sitúan una escultura. La central es la de mayor altura, y fue realizada por Manuel Delgado Brackembury, simboliza a Hispania en la figura hierática de una matrona con porte majestuoso ataviada con corona y túnica de alto ceñidor y manto, junto a ella un león que apoya una de sus garras sobre un globo terráqueo y con la mano derecha sostiene un escudo con las armas de los reinos históricos de España con el NO8DO superpuesto.

A ambos lados se encuentran las magnificas estatuas de dos metros de altura, realizadas por el escultor extremeño Pérez Comendador, quizás las mejores piezas escultóricas de la Exposición. Son obras tituladas “el Cielo de Sevilla” y “la Tierra de Sevilla”. La de la derecha, representada por una joven con túnica, porta en su mano derecha una pequeña talla montañesina de la Inmaculada, simbolizado la riqueza espiritual de Sevilla. La de la izquierda representa la riqueza material de Sevilla, mediante una joven que porta en su mano izquierda espigas de trigo y racimo de uvas y en la derecha frutas.

En la base inferior del pedestal de la figura central, se inscribe la fuente, consistente en un caño que sale de una máscara que vierte sus aguas en una venera invertida, cayendo a su vez en una taza de mayor dimensión y de perfil sinuoso.

El nombre de Glorieta de san Diego, se adopta en recuerdo de un antiguo convento desaparecido de franciscanos descalzos de San Diego de Alcalá, que estaba situado en el espacio que actualmente ocupa el Casino de la Exposición y Teatro Lope de Vega (Pabellón de Sevilla) y zonas aledañas.

Fuentes. Juan José Cabrero Nieves autor del Blog: Exposición Ibero-americana1929

Saludos cordiales

Volver al índice del Blog


TEATRO LOPE DE VEGA

 




El teatro hoy día conocido como Teatro Lope de Vega se adosó formando parte del Pabellón de Sevilla de la Exposición Iberoamericana de 1929 y estaba comunicado con el Gran Salón de Fiestas del Casino que a pesar de poseer dos puertas independientes una principal con pórtico para el acceso de coches, vestíbulo, hall, existían galerías que comunicaban con el Gran Salón del Casino. 

La sala del teatro se construyó siguiendo el diseño tradicional italiano para teatros líricos, con planta de concha en función de la acústica, patio de butacas, plateas, palcos en entresuelo y principal, y los anfiteatros con escasas filas de butacas, que proporcionaban mayor recogimiento del público en las obras dramáticas.

Desde el vestíbulo se accede al patio de butacas y parten del mismo dos escaleras que dan acceso a las plantas superiores, con artística balaustrada de metal fundido. Los palcos centrales tenían acceso independiente, y estaban dotados de escaleras, vestíbulo, saloncito y servicio de tocador particulares.

En total el edificio constaba de cuatro plantas y el escenario que se dividía en dos zonas, una para escena propiamente dicho con 18 metros de ancho y 11 de profundidad y un post-escenario con 12 de anchura y 6 de fondo, que permitía dar a las representaciones gran amplitud. Se completa la escena con foso, contrafoso y telar con una altura de 22 metros de alto, y una gran puerta al fondo con salida directa y dos para artistas y otros servicios, enclavadas en la fachada trasera. Además de las lógicas dependencias en este tipo de edificios,

El edificio se le dotó con adelantos modernos, la prensa destacó como lo más novedoso, su alumbrado escénico; un trabajo para el que se había recurrido a los modelos alemán y estadounidense, y la maquinaria para crear efectos especiales. Así mismo también llamaba la atención el confort que se le ofrecía al espectador como por ejemplo la climatización del local, mediante la instalación en la cubierta del edificio de una red de tuberías de latón perforadas, que producía una lluvia artificial, con lo que se conseguía mantener una agradable temperatura en verano, además de una doble capa de corcho como aislante térmico contra el frio y el calor, y la calefacción mediante radiadores de agua caliente para el invierno.

El 9 de mayo día de la inauguración de la Exposición, fue inaugurado también el teatro de la Exposición de forma oficial con la comedia de Tirso de Molina “El Vergonzoso en Palacio”, al día siguiente hubo un Gran Concierto de Gala a cargo del Orfeón Vasco compuesto por 350 voces y 70 músicos con la asistencia de los Reyes. También actuó la compañía argentina de Camila Quiroga representando obras en homenaje a distintas repúblicas americanas. Cerrándose el ciclo de actuaciones con motivo de la inauguración el día 21 de mayo con la intervención de la Capilla Real de Viena.

La continuidad del teatro tras la clausura de la Exposición, estuvo desde un principio en entredicho, entre otros motivos su lejanía del casco urbano, por lo que se proyectó en principio como no permanente. Sin embargo Cruz Conde le recordó a los sevillanos, que se trataba de un regalo que el Estado hacía al Ayuntamiento.

El 25 de abril de 1938 sufrió un incendio que comenzó en los palcos del anfiteatro, quemando parte del patio de butacas y afectando a la techumbre que destruyó la gran lámpara del centro; este hecho unido a las continuas inundaciones del foso y contrafoso debido a las avenidas del río Guadalquivir, condujeron a que se hicieran obras de adecentamiento, cerrándose el techo y sustituyendo la lámpara central por luces indirectas,

En 1939 el Ayuntamiento decidió volver a organizar una temporada de ópera y la interpretación del “Miserere” en el Teatro. En la década de los años 40 se volvieron a organizar unas breves temporadas de ópera y zarzuela, y el Ayuntamiento también lo cedía a agrupaciones de teatro de cámara, y grupos independientes de teatro.

Con el paso del tiempo fue necesario realizar distintas actuaciones de urgencia que las hizo el arquitecto municipal Antonio Delgado Roig.

Entre 1977 y 1985 el teatro fue cedido al Ministerio de Cultura, para el organismo “Teatros Nacionales y Festivales de España” que realiza unas pequeñas obras de adecentamiento y cambia su nombre por el de Teatro Nacional de Sevilla Lope de Vega.

En 1985 el Ayuntamiento recuperó de nuevo la titularidad del teatro y realizó obras de remodelación y mejoras que las dirigió el arquitecto Víctor Pérez Escolano devolviendo al edificio sus características originales, resolviéndose los problemas mecánicos básicos. Así mismo se le dotó del confort básico que requieren este tipo de instalaciones en la actualidad, así como la incorporación de infraestructura escénica suficiente. Una importante aportación fue la instalación de la araña central del antiguo Coliseo España, después de su restauración, que incrementó enormemente la belleza de este espacio artístico.

Fuentes. Juan José Cabrero Nieves autor del BlogExposición Ibero-Americana de Sevilla

Saludos cordiales

Volver al índice del Blog




jueves, 8 de septiembre de 2022

CASINO DE LA EXPOSICIÓN ( Pabellón de Sevilla)

 

El Comité Ejecutivo de la Exposición Iberoamericana encargó en 1925 al arquitecto valenciano Vicente Traver y Ferrer que fuese el proyectista del Pabellón que Sevilla, debería tener y que tuviese gran relevancia por ser Sevilla la ciudad donde se iba a celebrar la Exposición.

El lugar elegido para ubicarlo fue en los terrenos de los Jardines de San Telmo que el Ayuntamiento había comprado al arzobispado de Sevilla, junto a la Glorieta de San Diego, cerca de la entrada principal al recinto de la Exposición, queriendo de este modo dar la bienvenida a los visitantes al mismo.

El Pabellón de Sevilla, vino a cubrir las necesidades previstas por Aníbal González en su proyectado Gran Casino, que no llegó a realizarse. Traver transformó el proyecto en un teatro-casino, a semejanza de los levantados en ciudades turísticas de Francia y Alemania, donde el teatro era un elemento importante dentro de un complejo de salas de juego.

Esta unión estructural de teatro y casino, permitía la ampliación lúdica del espectador, que al terminar la sesión de teatro, podía continuar con la cena, el baile y el juego, consiguiéndose así un gran espacio de acceso y desahogo centrado en el gran salón de baile.

Básicamente el edificio consiste en la unión en un solo bloque de dos elementos volumétricos conectados, por un lado el Salón de Fiestas, hoy Casino de la Exposición, que conforma la rotonda vestíbulo de planta circular donde se encuentra inscrita la entrada de honor, y por otro el Teatro, actual Lope de Vega, con planta cuadrada y cuerpo cúbico.

Este edificio fue una de las obras más logradas del Certamen, de estilo neobarroco según modelos italianos, con fuerte inspiración de motivos levantinos, alejado del regionalismo sevillano, Los detalles ornamentales se realizaron de forma preciosista y geométrica, surgidos de la Exposición de las Artes Decorativas de París de 1925.

La fachada del edificio, fuertemente marcado por el juego de planos cóncavos y convexos, se cubre de molduras mixtilíneas, frontones curvos partidos, pinjantes y esgrafiados, emergiendo una gran cúpula rebajada, rematada por linterna a modo de templete barroco con columnas salomónicas y adornada con grandes jarrones de cerámica que rematan.

El Gran Salón de Fiestas (actual Casino), busca ante todo en su fachada efectos pintoresco, la riqueza ornamental, el juego de luces y sombras y el movimiento de líneas característico del barroco maduro. Se compone de una gran terraza de acceso de forma oval, cuyos extremos, se rematan con una columnata formando arco. Y el edificio central ocupa casi la totalidad del mismo, solo dos cuerpos laterales se les añade, el izquierdo con salones, restaurante y terraza elevada al exterior, y el derecho como vestíbulo lateral del teatro, consistente en patio con columnas y fuente de mármol, dotado de guardarropa y salones.

La cúpula de 18 m. de altura, con linterna y claraboyas (hoy cegadas), es sostenida por dieciséis altas columnas de estilo corintio, con fuste compuesto por acanalado en la parte superior y formando dibujo geométrico en mármoles de colores y bronce, en la parte inferior, realizado por la madrileña casa M. Mateo. A ambos lados se abren puertas con arcos de medio punto, para acceso a los distintos salones. El de la izquierda dedicado a salón-comedor, ricamente decorado con lámparas de cristal y bronce, consolas en caoba con espejos de separación; y el derecho como ya se ha dicho con columnas y fuente decorativa, que daban acceso a saloncitos de descanso y conversación.

Fuentes. Juan José Cabrero Nieves autor del BlogExposición Ibero-Americana de Sevilla